mario bros y la triste realidad

soy un niño, por lo tanto juego. y cada uno o dos meses juego mario bros (en cualquiera de sus presentaciones) de nuevo, me encanta ese juego. y como todo chibolo, siempre trato de alucinarme que los juegos son reales. pero mario bros es un juego que debe mantenerse en la fantasía, y jamás ser tratado de traer a la realidad (sobre todo, peruana):
mario es un fontanero (que es exactamente lo mismo que gasfitero). dicho en crudo: es ese patita que desatora tu water cuando has hecho mucha caca, y al que se le ve la linecita del poto cuando trabaja.
y sin embargo, tiene la misión de rescatar a una princesa (que en el caso peruano viene a ser como rescatar a la hija del presidente, en otras palabras: tiene que rescatar a zaraí (ver imagen (y clic para que agarre el honguito y crezca))). y lo más probable es que sólo lo haga para que luego ésta le haga un "trabajo de fontanería" (favores sexuales), u obligarla a que lo haga cuando ya sólo queden ellos dos en el castillo (que en el caso peruano, viene a ser una casa abandonada en algún asentamiento humano) y no haya absolutamente nadie para escuchar sus gritos. luego podría incluso matarla.
no contento con eso, se la pasa matando a unas tortugas indefensas. bien podría pasarlas por el costado o algo, pero no, él las mata, y de la peor manera: saltándoles encima, aplástandolas, porque encima es un cerdo asqueroso. al diablo con proteger a las especies en extinción y eso. particularmente, yo tengo una tortuga como mascota (eso es cierto) y, realmente, me parte el alma ver eso.
además, es el criminal perfecto. tiene varias vidas, mismo gato, lo que quiere decir que puede cometer sus fechorías sin reparo alguno porque si le disparan o algo volverá a vivir, y es más, si realmente es un tigre y consigue los champiñones adecuados (posiblemente en la calle capón en el centro de lima), puede tener todas las que quiera.